¿Tu también tienes una web que no hace nada? Y por no hacer nada, me refiero a que no cubre ninguna necesidad de tu empresa. No resuelve ningún problema. Salvo que encuentren tu dirección o tu número de teléfono. Y eso seguramente la gente lo esté encontrando en tus redes sociales.
Es igual si tu sitio web lo creó una agencia, o se la encargaste a un familiar, o te pareció que podías sacar tiempo y hacerla tu. Si tu página no tiene contenido de valor, es como tener un cuadro colgado en casa.
Lo verás tú y la gente que te visite (si se fijan). Es probable que si el cuadro no llama suficiente la atención, tengas que decirle a la visita:
«- ¡Eh! ¿has visto mi cuadro?, ¿está chulo verdad?. Me lo pintó mi sobrino. No es un Velázquez, pero como tenía que cubrir un hueco, me ha venido bien.»
Bueno quizá ese sea el problema. Si tu cuadro fuese de Velázquez, estarías despejando de mirones la entrada de tu casa todos los días. Podrías llevarlo a galerías de arte y ganar mucho dinero. Y seguramente no pasaría desapercibido en ninguna parte.
Y es que Velázquez sabía lo que hacía. El pintor de la luz, nadie como él. El que más. Y ya está. Encargar un cuadro a ese hombre debía ser como asegurar el éxito absoluto de lo que recibirías.
El contenido de sus pinturas es lo que le da valor. La luz que consiguió atrapar para siempre. Por la luz le reconocerás.
¿Para qué quieres una página web?
Cuando alguien me contacta para que haga su página web, siempre pregunto, ¿para qué quieres una web?.
Porque si tu intención es tener una página porque todo el mundo la tiene, subir muchas fotos, y dejar un número o un formulario de contacto. Siento decirte que no tendrá sentido.
Económico no, eso seguro. ¿Cuántas empresas tienen páginas desfasadas? O ¿son simples escaparates de productos sin stock?
¿Cuántas páginas web no tienen sentido, o están desordenadas? ¿Cuántas hacen al consumidor perder el tiempo, porque no han encontrado lo que querían?
¿Cuántas son sospechosas, inseguras?
¡Miles!, !Millones!. Y todas tienen algo en común.
No consiguen clientes, no consiguen visitas, no aportan valor.
Tener una página, por si misma, no atraerá a clientes.
La honestidad, es para mi un estandarte, y permíteme decirte que si no te implicas en el proyecto de desarrollo, en la creación de contenido, si no le insuflas ese soplo de tu esencia. No significará nada, ni para tus clientes, ni para tu economía.
Para que una página web tenga éxito existen muchos factores. El diseño, la calidad de las fotografías, la usabilidad, el orden, pero sobre todo el contenido. ¿De qué habla? ¿A quién le habla? ¿Qué quiere conseguir?
De eso se trata la dichosa estrategia. Todo el mundo dice que hay que tener una estrategia para llegar al objetivo, pero es que hay muchas personas que no tienen objetivos definidos.
Y no es para nada poco habitual. Porque a la pregunta de «¿Cuál es el objetivo?», todo el mundo me responde: «ganar más dinero», «tener más clientes». Es común porque todos queremos lo mismo.
Pero hay una jungla ahí fuera, y tienes que marcar objetivos pequeños, realistas. Hay que buscar lo que te diferencia de otros. Por pequeño que sea, y potenciarlo, exprimirlo. gritarlo a los cuatro vientos.
Con una idea mínima viable que poder llevar a cabo, comenzarás a andar el camino. Encontrarás tu público y ya no hará falta que tires del codo de tu visita para que mire tu cuadro. Destacará.
¿Y tú? ¿Tienes un web que no hace nada? Pues parafraseando al cuervo de Edgar Allan Poe… repite conmigo «¡Nunca más!».
¿Necesitas ayuda con tu sitio en internet? Te animo a que eches un vistazo a este blog y Qué pasos sigo para crear una web, haciendo click aquí.