Pues sí. «Eres el problema y la solución«, suena a algo que te dice un psicólogo o un terapeuta. Yo no soy ni una cosa ni la otra, pero te diré que aunque te chirríe cuando lo oigas, la mayoría de las veces será verdad al 100%.
Eres empresaria, o autónomo. Llevas tiempo con tu negocio tradicional, a veces mejor, otras peor. La línea general de crecimiento del negocio es más bien descendente.
Con todos estos grilletes, dentro de poco no podrás andar. Y vino la pandemia, que nos tenía preparada una sorpresa en forma de pesadilla. Para qué queremos más.
Es un hecho que, hay circunstancias que nos dejan casi a merced de los acontecimientos, sin nada o poco que podamos hacer para revertir la situación.
Todas esas experiencias que estás viviendo, están haciendo mella en tu estado de ánimo. Vamos que tienes un agente externo que está haciendo que tu mente, se vea afectada. Pero pregúntate una cosa…
¿Cómo estaba tu mente antes de esto?
Muchas hemos perdido la cuenta de las veces que nos hemos hecho la zancadilla a nosotras mismas. Ya sea en el terreno personal, menospreciándonos por h o por b.
O en el terreno profesional, estancándonos por falta de conocimientos o falta de autoestima.
Aún puedes pensar que esas situaciones no dependieron de ti, si no de la sociedad, o de las circunstancias… De nuevo, no es cierto. Pero voy a echarte un cable aquí:
A la mayoría de las personas no se nos enseña a trabajar las emociones, el funcionamiento de la química de nuestro cerebro.
¿Porqué pensamos como pensamos? ¿Porqué nos afectan mucho ciertas cosas? Si nos hubieran enseñado a tratar con las emociones como las vocales, otro gallo nos cantaría.
¿Por qué has tenido compañeras de trabajo que llevaban mejor algunas injusticias, mientras a ti se te llevaban los demonios? Porque cada una vive la misma realidad, pero la percibe de manera diferente.
Esa diferencia en la percepción, en cómo nos influye una situación determinada, significará estrés para ti. Pero para ella será algo superfluo.
Seguramente, vivir el día de la marmota en un trabajo con una situación estresante, te llevará a nublar tu pensamiento, y no tomarás buenas decisiones.
Para responder correctamente a nuestras emociones, es muy importante recibir ayuda, y hay que normalizar asistir a terapias que nos ayuden a conocernos y trabajar en ello.
Si no te conoces a ti misma, ¿Cómo afrontas las cosas?
En piloto automático. Seguro. Porque a mí me ha pasado. Ya he hablado en otras ocasiones de la tienda de mascotas, o más bien, de alimentos para mascotas, que yo regenté.
Autónoma, 26 años, NI IDEA. Ni de cómo gestionar mis emociones, ni de cómo gestionar mi negocio. Ahí a golpes con la realidad.
Normalizando el estrés, estando siempre nerviosa por los pagos, los gastos, los clientes…. y entre medias kilos y kilos de más. Contracturas, lumbalgias, dolores de cabeza…
¡Pero la tienda iba bien! Ni idea de lo que hacía con mi negocio, pero aprendí. Aprender cómo me estaba tomando yo todo eso, no se me dio tan bien. No le presté atención. Estaba nerviosa, como todas ¿no?.
Pues no. Tenemos que frenar ese declive. Porque de nuevo, cuando estamos nerviosas no tomamos las decisiones correctas.
Nos basamos en nuestro estado de ánimo actual. Vemos el futuro a través de un cristal empañado seguramente por el calentón, pero también por las lágrimas.
Y esa no es forma de tomar decisiones importantes.
Ahora que estamos atravesando esta crisis, que nos está haciendo a todos temblar en la cuerda floja, considero más importante si cabe, pararnos a prestar atención. Buscar ayuda para recomponernos, rutinas de ejercicios, relajación…
Centrarnos en tomar la decisión que más nos conviene, depende de nosotros.
Educar a nuestro cerebro para que opte por otras formas de enfrentarse a las cosas, depende de nosotros.
El cambio que quieres tener, depende de ti.
¿Quieres llevar tu negocio a internet, pero no sabes cómo hacerlo?
Tranquila/o no te agobies.
No tienes que saber de todo. Sólo dar con alguien que te ayude de verdad. ¿Hablamos?